Cuaderno de Bitácora: Córdoba

Hoy quiero hablar de Córdoba,

de sus colores

de sus olores,

de los patios repletos de flores,

de los volantes,

de los lunares y abanicos,

de su sabor a tapa y cerveza,

de la brisa que corre en la mezquita.

Andalucía y sus tópicos, que si sevillanas, que si siesta, que si vaguería y que si fiesta. Andalucía, que tiene mucho más que enseñar que la Feria de Abril de Sevilla y las amplias playas de Málaga. Algo rezagada, por detrás de estas dos que acabo de nombrar, está Córdoba, antigua capital de la Hispania Ulterior en la República Romana y del Califato de Córdoba en la época musulmana.

Situada al norte de la comunidad y atravesada de este a oeste por el río Guadalquivir, la ciudad cuenta con una población de alrededor de 328.000 habitantes y alberga multitud de rincones de gran interés cultural debido a su gran recorrido histórico.

Ubicación

Lugares que visitar

1. La Mezquita-Catedral de Córdoba.

La Mezquita vista desde los jardines. Foto: Gloria Cabarga

Emplazada en el centro histórico de la ciudad, la mezquita- catedral constituye el mejor ejemplo de la fuerza del antiguo Califato Omeya de Córdoba. 

Se empezó a construir bajo el mando de Abderramán I en el 785, pero a lo largo de los siglos ha sido objeto de numerosas ampliaciones y reformas.

Se trata de un punto de visita obligada para todos aquellos amantes del arte, de la cultura y de la historia. En cada arco, cada columna y cada cúpula se dejan entrever un poco de su origen musulmán, así como del choque de esta cultura con la cristiana.

¿Consejo de la casa? Desterrar el reloj y el móvil a la mochila, y pasear tranquilamente por entre las columnas hasta perder la noción del tiempo.

2. El Alcázar de los Reyes Cristianos.

A escasos pasos de la Mezquita, frente al puente romano, se encuentra el Alcázar de los Reyes Cristianos, mandado construir por Alfonso XI en 1328 con fines militares.

Vistas hacia las almenas y el puente romano desde la torre mayor.
Foto: Gloria Cabarga

En mi opinión, la belleza del Alcázar se encuentra en sus grandes fuentes, sus recovecos que parecen sacados de un cuento y en especial, en la gran torre que se encuentra en su interior, desde la cual se puede observar casi la totalidad del casco antiguo de la ciudad, así como el interior de la fortaleza con otra perspectiva. Tras un paseo por los grandes jardines, nos dirigimos al siguiente punto de interés.

Jardines del Alcázar. Foto: Gloria Cabarga

3. La calleja de las Flores.

Foto: Gloria Cabarga

Esta calle es una de las más turísticas y pintorescas de Córdoba. Se trata de un pasadizo estrecho, cuyas paredes están repletas de jarrones con flores y que va a dar a una pequeña plaza con una fuente. 

Se accede a ella a través de una de las calles que desembocan en la Mezquita y si uno no está atento pasa desapercibida, o lo haría de no ser por las hordas de turistas que se empujan por fotografiarse entre las paredes de esta bonita calle.

Consejo para los fotógrafos empedernidos: no dejar escapar la foto de la torre de la mezquita vista a lo lejos de la calleja.

4. Madinat al-Zahra.

A unos 8 km a las afueras de la ciudad dirección oeste, en Sierra Morena, se encuentran las ruinas de Madinat al Zahra, una ciudad-palacio que mandó edificar Abderramán III en el año 936. 

¿Los motivos de su construcción? Básicamente una exhibición de poder frente a sus enemigos, como la razón de ser de tantas otras fortalezas. Al encontrarse a tan sólo 10 minutos del centro de Córdoba, no está de más pasarse a echar un vistazo.

Arcos conservados entre las ruinas. Foto: Gloria Cabarga

Después de contaros todas estas cosas, ¿hacen falta más razones para ir a conocer la maravillosa Córdoba? Una ciudad preciosa, absolutamente acogedora y con ese salero en el ambiente del que gozan tantas ciudades andaluzas.

Hasta la próxima y ya sabéis... ¡A VIAJAR!

Gloria Cabarga Asla